La selección de la pasta térmica para nuestro sistema cobra mayor importancia día a día por la creciente optimización de procesadores y tarjetas gráficas hacia entornos de bajo consumo (portátiles, tablets, smartphones…)
La función de la pasta térmica es rellenar los espacios entre la superficie del chip (sea CPU, GPU, chipset…) y la superficie del radiador. Así se optimiza la transferencia de calor.
Al rellenar estos espacios con la interfaz térmica se optimiza el intercambio térmico entre las dos superficies pues se crean puentes de partículas termo conductoras.
No todas las pastas térmicas son iguales
Encontramos en el mercado numerosas marcas y especificaciones y no todas son adecuadas para cualquier disipador. Sobretodo hay que prestar atención a la rugosidad de la superficie del radiador.